Mucho
se ha escrito sobre el arte como juego, hay autores que subrayan que el arte es
un dispositivo a merced de lo que no es útil, de lo inservible para lo práctico
y lo utilísimo para la cultura, el pensamiento, y en definitiva para el desarrollo
del ser humano.
Cuando te veo
tumbado en el suelo, agrupando piezas por colores y levantando torres
impensables que más tarde tú mismo vas a derribar gozoso... me deleito en pensar que estás empoderado
con el mundo en tus manos. Cada torre levantada, cada torre aniquilada. Sin
más intención que disfrutar de su invención y su derrumbe. Eso es jugar. Eso es tener todo el poder del mundo en tus manos.
Mucho
se ha escrito y hablado sobre el juego infantil, sobre sus beneficios, sus
virtudes, el desarrollo de la capacidad de aprendizaje...
Mucho
se ha escrito y hablado sobre el arte. Su importancia en la sociedad, su
relevancia para el desarrollo de la cultura...
Pero
poco o nada es, en realidad, la conciliación que ofrece nuestra sociedad para
con el juego. Jornadas escolares agotadoras, horarios parentales insostenibles
para el normal funcionamiento de una familia, pocos momentos de paz para
entregarse al juego durante horas. Para olvidarse, para ensimismarse.
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Foto: El cielo por el tejado |
El
juego y el arte requieren de algo fundamental: El ensimismamiento, disfrutar
del aquí y ahora como si nada más ocurriese. Pero sí ocurre, porque tanto el
juego como el arte vuelcan tras de sí todo un mundo interior entretejido por la
experiencia, por las vivencias, por lo cotidiano y por lo universal a la vez.
Pero
poco o nada es lo que se prioriza hoy día el arte, la creatividad y el
desarrollo de nuestra capacidad de entusiasmarnos y ensimismarnos. El arte de
crecer guiándote por tu propio motor generador de momentos absolutos. Dónde
todo puede ser porque precisamente tu en ese momento ERES, y nada más.
En
los espacios dedicados al niñ@ para enseñarles lo que deben ser, es decir los
colegios, se les priva cada vez más de las áreas más humanas, más innatas, más
intuitivas: la música, el arte, la plástica, las creatividades, las
manualidades, los talleres… El mundo de los sentidos, lo abstracto y lo
conceptual relegado al final de la fila, el mundo del pensamiento crítico
expulsado por mal comportamiento, el mundo de la identidad propia, la autoría,
la iniciativa queda castigado. El descubrimiento de lo colectivo desde el
placer de la participación espontánea no tiene cabida en este colegio que se
está formando hoy día y que está conformando a nuestr@s niñ@s.
En
los espacios dedicados al arte para que sea mostrado ante todo el mundo, es
decir los museos y centros de arte, existe poco o ningún espacio para la
reflexión, para el conocimiento, para el acercamiento. Por eso el circuito
comercial del arte cada vez está más alejado de lo humano y más cerca de lo
económico, de lo que no es inherente a él. A pesar de que much@s de l@s
artistas contemporáneos se muevan en otro sentido, los espacios dónde se
muestran están muertos, helados, enmohecidos.
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Foto: El cielo por el tejado |
No es
casualidad que el frío del alejamiento haga estragos en las relaciones entre el
nosotr@s y nuestro ser creativo. Si nos olvidamos de jugar nos olvidamos del
respeto por lo más profundo de nuestr@s niñ@s. Y faltaremos a la verdad de
nosotr@s mism@s más adelante como adult@s cuando, estando ante un momento que
requiera creatividad, ensimismamiento o entusiasmo no sepamos detenernos,
contemplar y más tarde mostrar una respuesta propia, auténtica y con criterios.
Cada vez que te veo jugar pienso que todo lo puedes en ese
momento. Cuanto más te observo deleitarte en tus juegos más claro lo tengo: muchos
pensarían que tienes demasiado poder en tus manos.
Cada torre caida, cada palo en el barro, es un movimiento
revolucionario...
Parece que jugar y crear es
algo peligroso, porque permite pensar y tener autoría, parece que la única
salida es arrinconar estos verbos y hacernos a todos cada vez menos personas,
menos sensibles, menos creativos. Y en especial a los niñ@s. Porque debe de ser
peligroso. Por eso no se fomenta jugar, no se alienta al arte ni al juego, sería poner demasiado poder en las manos de
otros.
Para reivindicar tu poder:
Para navegar:
Hay más opciones… la educación en movimiento:
Peliculón... No sabes cuántos niños estresados pasan por mi aula... Estresados, agotados, desencantados, desmotivados... llorando porque sólo quieren ir al parque y mancharse de barro. Escribir sobre esto es urgente, leerlo y aplicarlo es IMPORTANTÍSIMO. (noemí)
ResponderEliminarEs muy urgente que haya más gente relacionada con la educación (padres/madres, maestros, educadores...) que tengan esa sensibilidad con la que hablas. Es necesario que los que no estan relacionados con lo directamente educativo se vinculen a esta sensibilidad, porque es una forma de entender la sociedad. Es urgente cambiar el rumbo en todo esto, es necesario dar pasos reales en otra dirección. El cambio será lento, pero si nos empeñamos podrá ser.
EliminarGracias por tu aportación, Noemí!
Hola Myriam, tengo un regalino para tu tejado. Pásate por aquí para recogerlo http://mundopequenino.com/2014/05/06/mi-liebster-award/
ResponderEliminarUn besazo!
Gracias María!! que ilusión!! pasaré a leer tu entrada con detenimiento cuando tenga un ratín, que le he echado sólo un vistazo rápido! Que honor que te acuerdes de mi!!
Eliminarun besazo doble para ti!!
Pues estoy de acuerdo, es muy importante el juego y fomentar la creatividad, están unidos!!
ResponderEliminarBs :)
¿verdad que si? están tan unidos entre si que es imposible separarlos...
EliminarUn besazo Maribel!
Es una pena que como padres sólo nos preocupemos de formar superprofesionales para el futuro, con múltiples extraescolares de alienación, y nos olvidemos de dejarles imaginar, jugar a ser, crear sus mundos... Espero no olvidar esta reflexión cuando me toque comenzar con la etapa escolar. Promete recordármelo, por favor!
ResponderEliminarTrato hecho, María, prometo recordarlo de vez en cuando!
EliminarYo creo que el juego es aprendizaje en si mismo, y sobre todo curativo y sanador, les ayuda a digerir emocionalmente todo lo que viven cada día... y a nosotros no nos vendría mal jugar más de vez en cuando, aunque sea a nuestros juegos de adultos: el arte, la música, la cultura...
Un besazo!
He tardado mucho en sacarnun ratito para leerlo miriam pero... me ha gustado muchisimo. Como siempre me invitas a la reflexion personal... qué facil es dejarte llevar por ese "otras cosas que hacer" en lugar de sentarte a imaginar con ellos... gracias. Gracias y mil gracias.
ResponderEliminarGracias a ti, Elena, por hacer el esfuerzo de leerme antes de volver a tu "casitacaracol"!!
Eliminarbesitos