viernes, 24 de enero de 2014

Tiempo pirata y gatuno

Son las 22,30h y por fin te has dormido. Todo el día naufragando, nos tenía ya agotados. Nada más rendirme a ti, pirata feroz que persigue sus deseos, te has rendido al sueño oceánico que aguardaba entre las sábanas. Nada queda por decir hoy. Todo el mar lo hemos surcado. Ahora me toca a mi recuperar para mi vuelo las palabras de cielo adentro. Las que conforman mis sueños.

Ilustración: El cielo por el tejado

Y es que a veces logro ser la mamá pirata que lucha contra el viento y guarda tus tesoros.
A veces soy la luz que ilumina el vientre oscuro de la ballena, para que mi pequeño Jonás salga hacia fuera, triunfante. Y lance un canto a la vida.

A veces creo que puedo recorrer tu cintura sin decir te quiero, sin decir te adoro, sin comerte a besos... pero no puedo. Y eso me hace reír, porque soy la madre que te quiere como la quisieron.

A veces la mamá pirata se equivoca de barco, y naufraga en una isla que no tiene final. A veces las islas y los mares no se sabe dónde acaban. Y empiezan a acabarse cuando ya no queda más. De paciencia, de respiro, de palabras, de tiempo de nunca acabar.

Yo soy eso y mucho más, como mamá, como pez fuera del agua y gato sobre el tejado.
A veces soy todo eso y mucho más. Y puedo decir con las heridas de guerra que sé saltar desde lo alto y dejar caer mi desencanto.

Que no importa que me pueda la impaciencia, el error y el egoísmo. Porque puedo ser eso y mucho más. Más de lo que aquí atisbo. Más de lo que yo soy capaz de imaginar.

Mamá a veces es funámbula, sin red y sin circo, acróbata empedernida que no sabe si saldrá ilesa. Pero cariño, tu sabes que tenemos mucho tiempo para bebernos la sorpresa. De saber que tengo más de una vida aguardando, escondidas debajo de la mesa, junto a las migas de pan del mediodía.

Mamá gata soy a veces, confundida con las sombras del tejado. Recupero mis dos vidas que he perdido cuando aprendo a besarte malherido. Si te duele un sueño y me haces daño, yo te beso el disgusto que has mostrado. Y me guardo las ganas de llorar, para que puedas acurrucarte en mi regazo. Que tengo para ti, mi pequeño gato, un hueco cálido y mullido en esa vida que hace poco he estrenado.
 
Ilustración: El cielo por el tejado

A veces logro ser la mamá pirata de los cuentos que te leo. Y pienso que somos invencibles codo a codo. Que nada nos puede parar. Que la vida puede ser un gran tesoro. A veces, cuanto más me equivoco siento que menos importa. Que es delicioso ser libre, imperfecta, bravucona. Y adorar tu pelo revuelto, por el viento de estribor. Oliendo a mar y salitre, mareados de oleaje. Guardando grandes tesoros. Sencillos, pequeños, baratos, llenos de deseos que los hacen grandes.

Cuando todo es terrible, oscuro y siniestro, y aún así puedo soltar una carcajada de pirata descarada. Entonces es cuando más me acerco a tu rostro de niño. Cuando venzo el peligro. Cuando adoro el riesgo. Cuando suelto el timón de piedra que se encalla en lo mismo.

Vamos a cruzar los siete mares. A navegar con dos cañones por banda. A zozobrar cuando haga falta, porque a veces hace falta.

Porque equivocarse es un lujo y será mi bandera pirata. Porque así sé de seguro que sabré cuando elegir acertar. Porque yo soy eso, mi bien, todo eso y mucho más.

Soy mamá de gato pardo. Que no esconde su temor. Sé que puedo perder las vidas, sé que no siempre salto de pie. Pero ya no quiero red. Me escapé a pie del circo para danzar sobre un alambre, un hilo fino y largo que subiría hasta el cielo. Y allí caminar sin vuelta atrás, y sin mirar hacia delante. Sólo el vértigo en la barriga y un poco de tu risa en mi semblante.

Cielo abierto me regalas.

Nada más quería decirte, nada más te sé decir sobre mi vida vacilante. Desordenada y gatuna, pirata y equivocada.
Dichosa, si tiene una luna a la que seguir como una fiera errante.

…Felices sueños a todas…
piratas, marineras, soñadoras, gatas pardas…
…desde mi avioneta entusiasmada de vivir lo que haga falta…


A veces un poco de emoción hace la vida más corta pero más rica en matices,
aquí podéis encontrar algo de picoteo:

Para picar de música: “Se me olvidó que te olvidé” aunque nada se me olvida… Bebo y Cigala en su álbum “Lágrimas negras”. A veces olvidamos todos los propósitos, y todo lo que aprendimos en el último año. Pero no pasa nada, tenemos otro año más para volver a aprender lo desaprendido.




Para picar de cine: “La estrategia del caracol” de Sergio Cabrera una forma imaginativa de organizar una estrategia para seguir en la brecha, amarrado a tu corazón…

Para picar de arte: Robin Rhode el grafiti interactivo, el arte en la calle que se transforma, desde Sudáfrica…



Ilustración destacada*: Voladora de Sueños para El cielo por el tejado
Todas las ilustraciones:
Voladora de Sueños para El cielo por el tejado

*Nota: en esta ilustración la bandera pirata que ondea es la de Edward Teach, más conocido como Barbanegra. La imagen la he recortado de la web.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario