miércoles, 8 de enero de 2014

Voy a empezar el cielo por el tejado...

Quizás debí dedicarme a deambular por las calles, a rogar por los rincones olvidados un poco de paz para pensar en todo lo que arrastro del día.
Quizás, pero no lo hice. En cambio, me encuentro a mi misma empezando todo un cielo por el tejado. 
Trabajar la conciencia de ser madre cuando ya lo he sido, la responsabilidad de ser hija, tanto tiempo después, la labor de hormiga de ser pareja cuando ya pesa la memoria.
Este tejado sin hogar le he de redecorar, restaurar, empapelar y cuidar: la tarea de ser ciudadana, de ser amiga, de ser compañera, convecina de barrio, militante de la vida sencilla que pulula entre mis pasos.



Tal vez no debí empezar el cielo por el tejado. O tal vez si. No lo sé. Pero a día de hoy es lo que soy. Constructora con imágenes escritas. Dibujante con palabras que se vuelven líneas. Y así empezaré un poema/vida que no sirve para nada, para nada más que para hacer el cielo.
El cielo por el tejado, que es como yo sé hacerlo.
Equivocada y errante.
Criando a mi hijo y creando un cielo abierto, vuelo a vuelo. Sin motor. Sin paracaídas.
Cielo abierto donde todos cabemos.

Olvidados, indignados, gatas pardas, mamás piratas, dueños de poca monta, perseguidores de quimeras reales en las plazas, madres de calle, chicos que ladran, mujeres que se guian por la luna... ¡Que el cielo os invoque para la danza!, ¡que comience el día y la noche de este cielo que no espera! por que sabe sin dudarlo, que el cielo puede ser ya un poco de valor en tus manos.

Felices sueños a tod@s,
...desde mi cielo abierto a la vida...

No hay comentarios:

Publicar un comentario