miércoles, 8 de enero de 2014

Queridas reinas magas...

Yo, de mayor, quiero ser reina maga.

No me interesa la monarquía, ni tampoco el poder en sí. Tampoco envidio la magia, tengo de sobra para los dos cada día.

Lo que quiero es ser reina maga, así sin mayúsculas. Quiero ser invisible a todo lo que me vino impuesto. Lo que me trajo mi sexo al nacer, lo que me trajo la maternidad en esta cultura tan de mentira... quiero ser hacedora de sueños visibles. Viajera de otras tierras que trae medio mundo en su frasco de mirra.

No me digáis que no os gustaría ser reina maga. Al menos por un día. Y decir cuando llegue la noche que vais  a dormir habiendo empaquetado el mundo. Como un regalo sorpresa, como un detalle precioso. Para hacerlo digerible, para dotarlo de magia, para poder agarrarlo con las manos llenas de levadura y masa.

Ilustración: El cielo por el tejado


Yo misma, mañana mismo, voy a a ser reina maga. Así con minúsculas. Sin acentos en las cuerdas vocales, sin negritas que remarquen la importancia. Sólo seré reina maga envuelta en una capa de misterio. Rodeada de cascabeles que resuenan. Pequeños flases de ilusión, sombras y ruidos de noche que nos traen tantos recuerdos.

Hoy mi pajarillo decía que había escuchado cascabeles, que andaban cerca los reyes magos. Muy cerca, mi niño, pensé, muy cerca de ti.

Hoy me planteo cuanta magia hace falta para poder seguir creyendo en lo que de verdad importa.
Cuanta magia hace falta para leer el periódico, escuchar la radio, charlar con el carnicero de las noticias del día.
Cuantos quilos de caramelos tirados por el suelo hacen falta para endulzar las páginas salmón de la economía.

Pesar los quilos, restar disgustos, dejar de rendir cuentas a los que firman... si la realeza sirve para algo, que desaparezcan los ogros y se salven las princesas.


nochemaga
Ilustración: El cielo por el tejado

Voy a ser la reina maga que yo misma me pido ser. Voy a ser reina maga por un día, o por tres o cinco o diez...

Tal vez en esa noche de magia me encuentre alguna reina más. Tal vez todas podamos ser reinas de vez en cuando, y hacer justicia de barrio, paz de mercado y derecho internacional. Tal vez no sea tan difícil sentirnos con decisión, con capacidad, con toda la intención, de borrar y cuenta nueva todo lo que está matando a los reyes magos de oriente, a las que vienen de poniente, a los locos del sur en patera, a las que cruzan Europa desde el este y desde el otro oeste.

Felices noches de reyes, y que sean más de una, más de diez y más de ochenta.
Las noches que hagan la magia, la justicia, que echen al malo, que traigan estrellas de sol desde Australia.

Felices noches de reyes tengan sus majestades las madres, que no tienen trono, que no usan camello, que traen más vida que oro, más besos que mirra, más pequeños tesoros que libretas de ahorro...

...Felices noches reinas magas,
desde mi avioneta cargada de ilusiones....



Para descansar de tanto trajín nocturno, nos puede servir un poco de…
Una película: Qué bello es vivir de Frank Capra, un clásico del cine, la historia de un rey mago… entender que las cosas pueden funcionar de otra manera.
Una web: Periodismo humano Las noches y los días contados desde otro ángulo…

Imagen destacada: Miryam
Todas las ilustraciones: Miryam

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